Cuando uno llega a un lugar inmediatamente busca su rincón:
un lugar dónde sentarse… un lugar, por último, dónde estar…
A veces no se reconoce ese lugar y entonces uno empieza a caminar sin saber adónde ir:
parece que nada encaja contigo, que ninguno de todos esos rincones sería tu rincón…
Entonces tienes tres caminos:
Salir huyendo de ahí, adaptarte al rincón o hacer que el rincón se adapte a ti…
un lugar dónde sentarse… un lugar, por último, dónde estar…
A veces no se reconoce ese lugar y entonces uno empieza a caminar sin saber adónde ir:
parece que nada encaja contigo, que ninguno de todos esos rincones sería tu rincón…
Entonces tienes tres caminos:
Salir huyendo de ahí, adaptarte al rincón o hacer que el rincón se adapte a ti…
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